La fiesta que el pueblo cabraliego de Inguanzo celebra en honor de San Antón (San Antonio Abad, 17 de enero) rezuma tradición y asturianía.
A la procesión previa a la misa solemne de la mañana —que tiene lugar en la bella iglesia barroca de Santa Cruz, muy bien restaurada en el año 2002— le dan colorido las mujeres ataviadas con el traje regional y la música de gaita y tambor que acompañan al ramo, cuyo pan se subasta después de la ecuaristía.
De tarde continúan los actos festivos. Por la noche una verbena ameniza la velada, que se alarga hasta altas horas de la madrugada del día siguiente.
Por San Antón se acostumbra a hacer de postre los afamados borrachines.